Hola señores. Vuelvo a la vida (¿Cuantas veces habré escrito eso aquí?). La razón de mi ausencia esta vez ha sido la explosión de mi ordenador. Más bien se jodió la fuente de alimentación, pero sonó como si hubiera explotado un petardo Wili de 20 duros dentro (la explosión hizo que se fuera la luz y se ha cargado el enchufe de la pared). Eso es lo que me ha tenido apartado del blog. Eso, y el trabajo, y el GTA IV, etc. El caso es que ayer me decidí a llamar a un tipo cuyo teléfono tenía debajo del cristal de la mesa del salón desde hace años. Uno de esos que pegan folios por la calle con pestañitas recortables en las que reza: "¿Harto de averías? Arreglo su ordenador a domicilio". Como digo, el papelito llevaba allí años, así que cuando fui a llamar el tío no me ha cogido el teléfono. Puede que ya no se dedique a eso. O puede que haya muerto de viejo, que sé yo.
El caso es que al final me decidí a hacer algo a lo que no me había atrevido nunca: cambiar un componente de las tripas del ordenador. He de reconocer que el día que explotó y me traje el ordenador de MC a casa ya pensé en hacer el trasplante, pero la maraña de cables que ví me abrumó. Sin embargo, ayer se me ocurrió mirar por internete como cambiar la fuente y ví que...oh... estaba tirado. Resulta que da igual como pongas los cables, son todos pa lo mismo. Genial. Con el manual y unas indicaciones de el informático del curro.... ¡¡tachán!! El ordenador ha vuelto a la vida, y con ello, también ha vuelto la vida al blog.
Interesante ¿verdad? Pues no haberlo leído ;)
1 comentario:
Este entrada ha cambiado mi vida.
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