Willem Dafoe en Spiderman. Un ejemplo de lo que Obadiah Stane NO es.
La película comienza con la presentación de los personajes, y nos relata como el archimillonario tratante de armas Tony Stark es secuestrado y mortalmente herido en Afganistán durante una demostración militar. Dado casi por muerto, su colaborador Obadiah Stane pasa a controlar el imperio de Stark. Sin embargo, éste consigue escapar de sus captores construyéndo su primera armadura, la Mark I, encontrándose al regresar con que las cosas en casa han cambiado. Habiéndo perdido gran parte del control de sus empresas, decide cambiar sus prioridades de millonario por las de superhéroe acorazado millonario (pero tirando a bueno). Es ahí donde entra en acción el otro Downey Jr., el de la armadura... y el que reparte candela. Es cierto que la gente puede rayarse con que la primera "armadura de las molonas" aparezca ala hora de metraje, pero cuando aparece, lo flipas. A ver... la armadura está DE PUTA MADRE. Es una forma de abreviar mucha historia en una sola expresión. Está de puta madre diseñada. Y se mueve de puta madre. Tiene un rollo Minority Report dentro del casco. Es impenetrable. Te da megafuerza. Vuela a toda hostia y chulea a unos F-22. Dispara pepinazos por las palmas e las manos y por el pecho. Tiene mini-misiles que se cargan tanques. Tiene lanzallamas. Tiene hasta rifle múltiple de precisión. Y la lía del copón. ¿Quién coño quiere ya un Transformer, habiendo visto la Mark III? Además, hay que destacar que todas las escenas de acción de la películas (las que son a la luz del día son la polla), tienen ese pequeño halo de "polvillo extraño"... "texturilla".... de las cosas que están DE PUTA MADRE HECHAS. El primer vuelo que se pega con las guitarras de fondo te deja clavado, en serio. Y el enemigo es igual, pero en bestia, si bien es cierto que el enfrentamiento final se queda un poco light habiéndo visto escenas anteriores.
En definitiva, y como había dicho arriba, un ejemplo perfecto de que se pueden hacer películas de superhéroes poniéndoles algo más de dedicación. Algo más que el deseo de sacarnos la pasta. De que es posible hacer productos más que decentes que darán franquicias económicamente más que decentes. Es cierto que no es el peliculón del siglo, y que falla en determinados aspectos, pero cumple su función de entretener perfectamente y te deja un magnífico sabor de estómago.
No hay comentarios:
Publicar un comentario