LAS RUINAS (THE RUINS,2008)
Hoy Mari Carmen y yo teníamos ganas de ir al cine, y nos hemos ido a ver una película de la que apenas sabíamos nada: Las Ruinas. La verdad es que me ha sorprendido y, aunque está lejos de ser un gran filme, sí puedo decir que he pasado una hora y media cuanto menos entretenida (la verdad es que al final te la puedes tomar un poco a cachondeo). De lo poco que había leído sobre la peli, me llamaba la atención un fragmento de una entrevista a su director, que había visto en la típica revistilla esa que coges en los cines. Decía lo siguiente: "no trata únicamente de que algo exterior ataca a los chicos. El auténtico terror viene de dentro. Surge de los personajes y de su comportamiento ante una situación de peligro, pero nunca hay nada definido. En esta película hay muchas zonas grises y eso es lo que más me gusta".
Ante expresiones como "terror que viene de dentro" o ""nunca hay nada definido", me imaginaba que trataría algún tipo de terror psicológico, o malrollismo sin monstruo ni visceras (¿recordáis Hard Candy?). Bueno, tras ver la película y ante estas declaraciones, sólo puedo decirle al señor director tres palabras: Y UNA MIERDA. Es verdad que el terror en determinados momentos viene de dentro... pero no exactamente de una forma sutil, ya veréis a lo que me refiero.
Debí suponer de qué podía ir la peli si me hubiera fijado en el subtítulo...
Hoy Mari Carmen y yo teníamos ganas de ir al cine, y nos hemos ido a ver una película de la que apenas sabíamos nada: Las Ruinas. La verdad es que me ha sorprendido y, aunque está lejos de ser un gran filme, sí puedo decir que he pasado una hora y media cuanto menos entretenida (la verdad es que al final te la puedes tomar un poco a cachondeo). De lo poco que había leído sobre la peli, me llamaba la atención un fragmento de una entrevista a su director, que había visto en la típica revistilla esa que coges en los cines. Decía lo siguiente: "no trata únicamente de que algo exterior ataca a los chicos. El auténtico terror viene de dentro. Surge de los personajes y de su comportamiento ante una situación de peligro, pero nunca hay nada definido. En esta película hay muchas zonas grises y eso es lo que más me gusta".
Ante expresiones como "terror que viene de dentro" o ""nunca hay nada definido", me imaginaba que trataría algún tipo de terror psicológico, o malrollismo sin monstruo ni visceras (¿recordáis Hard Candy?). Bueno, tras ver la película y ante estas declaraciones, sólo puedo decirle al señor director tres palabras: Y UNA MIERDA. Es verdad que el terror en determinados momentos viene de dentro... pero no exactamente de una forma sutil, ya veréis a lo que me refiero.
Debí suponer de qué podía ir la peli si me hubiera fijado en el subtítulo...Paso a comentaros de qué va la cosa (y atención, SPOILERS GORDOS para quien quiera verla):
Dos jóvenes parejitas de Minessota... ¿o eran de Illinois?, bueno da igual, están pasando unas vacaciones de puta madre en un hotel por la zona de Cancún (México). Naturalmente, los cuatro son jóvenes, ellos guaperitas y graciosetes y ellas buenorras, dan la sensación de estar forrados, y uno de ellos es estudiante de medicina (como casi siempre en estas pelis), lo que es imprescindible para poder llevar a cabo las escenas más memorables de la película. El caso es que conocen a un chaval alemán, ¿ya?, que les invita a ir con un coleguita (el Dimiri, gran actuación) a unas ruinas mayas que no salen en las guías turísticas. Conocen de su existencia porque el hermano del boche se ha liado con una arqueóloga (¿?) y tiraron pa las ruinas el día anterior. Total, que al día siguiente van a las susodichas ruinas los seis (Cuarteto fashion + Adolf + Dimitri) y, por unas cosas y otras, entre las que cabe destacar al Pat Morita de Cancún, acaban los cinco en la cima de la pirámide de marras y sin poder bajar de allí. Sí, habéis leído bien, los cinco, porque a Dimitri ya lo han quitado del mapa al cuarto de hora de película, y no os voy a decir cómo (a mí me ha encantado, desde luego). En este lugar, en las horas siguientes, entran en contacto con lo que el director llama "nada definido" que no es nada más y nada menos que una especie de planta que tiene podrido todo el interior de la pirámide y parte de la azotea (que coño, está por toda la pirámide). La planta en cuestión es una especie de hiedra que, la hijadeputa, es capaz de mover las lianas, trincar a la peña, meterse por las heridas abiertas de los colegas y volverlos medio locos y, lo mejor de todo, imitar con sus flores cualquier sonido, desde tonos polifónicos de móvil hasta voces humanas (pasando por jadeos de peña follando, y esto es verídico). Total, que sin poder bajar de la ruina y con la planta alrededor, nuestros amiguetes pasan a vivir una auténtica pesadilla de caídas (espaldas y piernas rotas), amputaciones (estudiante de medicina y colega cortando miembros con una puta piedra y un cuchillo de 12 cm., y cauterizando heridas con una sarten), automutilaciones ("necesito cortar"), amiguicidios, flechazos (no de los de Cupido), y la planta de los cojones dando por culo. Lo que se dice, terror psicológico, vamos. Tras una horita de todas estas lindezas (muchas con planos detalle), asistimos a un final un poco patata (aunque en el último minuto aparecen los personajes más carismáticos de la peli, junto con el pobre diablo Dimitri) que nos deja con ganas de un poco más.
¡¡Me cago en Curro, en Halcón Viajes, y en to su puta madreeeeee!!
Como ya he dicho, no es un peliculón ni se le acerca, pero comparada con otras que tratan la misma temática (atractivos turistas norteamericanos siendo masacrados en algún lugar alejado de la mano de Dios por culpa de las ofertas de las agencias de viajes) como "Hostel" o la más reciente "Turistas", la verdad es que se deja ver bastante decentemente. Incluso hay momentos que, por no apartar la vista como mi niña, terminé partiéndome el culo de risa y diciendo en alto en el cine cosas como ¡hijoputa, hijoputaaaaa! o.... ¡hijoputaaaa, acaba yaaaa! (las 6 personas que había en la sala estaban igual, eh, que a mi no me gusta dar por saco en el cine). La definiría como una mezcla de la ya citada "Hostel", "Viven", "Indiana Jones" (por eso de bajar dentro de la pirámide con la cuerda, que es igual que aquella escena del arca perdida), "La pequeña tienda de los horrores" y "Alicia en el país de las maravillas" (¿era ahí donde salían margaritas y tulipanes cantando?). Entretenida si os gusta el rollo medio gore y teneis el emule paradito.
Dos jóvenes parejitas de Minessota... ¿o eran de Illinois?, bueno da igual, están pasando unas vacaciones de puta madre en un hotel por la zona de Cancún (México). Naturalmente, los cuatro son jóvenes, ellos guaperitas y graciosetes y ellas buenorras, dan la sensación de estar forrados, y uno de ellos es estudiante de medicina (como casi siempre en estas pelis), lo que es imprescindible para poder llevar a cabo las escenas más memorables de la película. El caso es que conocen a un chaval alemán, ¿ya?, que les invita a ir con un coleguita (el Dimiri, gran actuación) a unas ruinas mayas que no salen en las guías turísticas. Conocen de su existencia porque el hermano del boche se ha liado con una arqueóloga (¿?) y tiraron pa las ruinas el día anterior. Total, que al día siguiente van a las susodichas ruinas los seis (Cuarteto fashion + Adolf + Dimitri) y, por unas cosas y otras, entre las que cabe destacar al Pat Morita de Cancún, acaban los cinco en la cima de la pirámide de marras y sin poder bajar de allí. Sí, habéis leído bien, los cinco, porque a Dimitri ya lo han quitado del mapa al cuarto de hora de película, y no os voy a decir cómo (a mí me ha encantado, desde luego). En este lugar, en las horas siguientes, entran en contacto con lo que el director llama "nada definido" que no es nada más y nada menos que una especie de planta que tiene podrido todo el interior de la pirámide y parte de la azotea (que coño, está por toda la pirámide). La planta en cuestión es una especie de hiedra que, la hijadeputa, es capaz de mover las lianas, trincar a la peña, meterse por las heridas abiertas de los colegas y volverlos medio locos y, lo mejor de todo, imitar con sus flores cualquier sonido, desde tonos polifónicos de móvil hasta voces humanas (pasando por jadeos de peña follando, y esto es verídico). Total, que sin poder bajar de la ruina y con la planta alrededor, nuestros amiguetes pasan a vivir una auténtica pesadilla de caídas (espaldas y piernas rotas), amputaciones (estudiante de medicina y colega cortando miembros con una puta piedra y un cuchillo de 12 cm., y cauterizando heridas con una sarten), automutilaciones ("necesito cortar"), amiguicidios, flechazos (no de los de Cupido), y la planta de los cojones dando por culo. Lo que se dice, terror psicológico, vamos. Tras una horita de todas estas lindezas (muchas con planos detalle), asistimos a un final un poco patata (aunque en el último minuto aparecen los personajes más carismáticos de la peli, junto con el pobre diablo Dimitri) que nos deja con ganas de un poco más.
¡¡Me cago en Curro, en Halcón Viajes, y en to su puta madreeeeee!!Como ya he dicho, no es un peliculón ni se le acerca, pero comparada con otras que tratan la misma temática (atractivos turistas norteamericanos siendo masacrados en algún lugar alejado de la mano de Dios por culpa de las ofertas de las agencias de viajes) como "Hostel" o la más reciente "Turistas", la verdad es que se deja ver bastante decentemente. Incluso hay momentos que, por no apartar la vista como mi niña, terminé partiéndome el culo de risa y diciendo en alto en el cine cosas como ¡hijoputa, hijoputaaaaa! o.... ¡hijoputaaaa, acaba yaaaa! (las 6 personas que había en la sala estaban igual, eh, que a mi no me gusta dar por saco en el cine). La definiría como una mezcla de la ya citada "Hostel", "Viven", "Indiana Jones" (por eso de bajar dentro de la pirámide con la cuerda, que es igual que aquella escena del arca perdida), "La pequeña tienda de los horrores" y "Alicia en el país de las maravillas" (¿era ahí donde salían margaritas y tulipanes cantando?). Entretenida si os gusta el rollo medio gore y teneis el emule paradito.
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